¡Qué grande eres C!

C es mi pequeña sobrina. Sólo hace 8 meses que está con nosotros. ¡Pero cuánta alegría cabe en una cosa tan pequeña! Tras decir esto voy a tener que ir a vomitar un arcoiris, pero es que su sonrisa, tan sincera, te llega a lo más dentro de ti, y te llena de energía. Es terapéutica. Sus gritos/voces/cánticos son mágicos. Y sus despertares tiene un poder: comienza moviéndose en la cuna, y a continuación dice algunas palabras en su idioma mientras hace ruidos muy discretamente. Ella te ve, pero tú todavía no la has mirado. No quieres hacerlo, porque en cuanto lo hagas, ella sabrá que la has visto y comenzará a llorar para demandar tu atención. Pero no importa lo que tú quieras. No importa que te propongas no mirarla. Sus ruiditos son un imán para tus ojos. Ése es su poder: el poder de la atención.

Esta niña ha venido y está trastocándome todo. ¡Con lo a gusto que se está siendo un pesimista! Pero ella consigue dar un giro por completo a mi vida. Tengo ilusión por verla feliz. Y por verla crecer. Y ojalá consiga que algún día, cuando ella sea más mayor, se alegre al verme. Se me saltan las lágrimas de pensarlo.

Eres mi ahijada. Te quiero mucho.

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